divendres, de juny 10, 2005

De Rosas y de Claveles

De Rosas y de Claveles.

Escucha esta piel, de un oro viejo,
es nuestra piel, hecha con el mismos barro
que moldeó el odio que nos traga.
Pasto somos de su hambre,
la sangre fertiliza su delirio,
madre que devoras a tus criaturas
para secar toda esperanza de tu espinazo.
El nervio con que nos acunas
es la memoria de una raíz
que penetra en tierra baldía
para luego escupir flores de ira.
Contrasta el color de tu cielo
con la negra alma de tus vástagos,
por siempre heridos con tus mentiras
que nuestros ancestros creyeron.
Aquella juventud malograda
por los vicios de tu estirpe,
calla sepultada bajo terrones
donde sólo hallas desiertos.
¿Dónde hallar a tus hermanos,
que huyeron hacia las cuevas,
para guarecerse del escalofrío
que como un espanto recorre este nervio?
Podredumbre marchita,
si no hay fe en tus palabras,
queda un himno sin nombre,
una derrota en ruinas,
bajo un sol viejo y fulgente,
que dora, de rosas y de claveles,
la vieja canción ya olvidada.

Gustabas

Gustabas a las chicas, tu cuerpo
menudo, tu mirada franca, tu espíritu
deportivo. Gustabas a los libros,
acariciabas sus lomos sin desear abrirlos.
Gustabas del verano, los chiringuitos,
tu falta de picardía, aquel año sabático.
Ordenabas con tu mirada la biblioteca,
y con tu mirada pronunciabas tu esbeltez.
No recuerdo tu voz, ni tan siquiera tu rostro,
sólo eres un esbozo cuando fueras mi pupilo.
El chico que más gustaba a las chicas,
aunque no fueras tan guapo como algunos otros,
algo de ti había de puro, y tu alegría,
recuerdo tu alegría. Entrabas con tu adolescencia,
con esas tonterías que soléis hacer los adolescentes,
mientras idolatrabais a los mayores, puede. ¿Era
el vínculo con tu hermano, la memoria de hermano
mayor? Al principio no lo sospechaba, tal tu inocencia,
mas no recuerdo ningún reproche por tu parte.
Me regalaste un juego para la video consola,
y yo, creo que sólo te robé un poco de tu belleza.
Lejos, en el centro de limbo, habitas;
parecías no ambicionar demasiado, pero,
qué quieres que te diga, las raíces
del amor, dónde están, tal vez
en este poema que ni puedo revelar,
como un secreto entre mi memoria y mi yo,
que tú nunca podrás sospechar,
cuando te escribo en este anochecer de primavera,
ya acercándose el verano con sus tropas,
y tú, tan encantador como siempre,
que me recuerdas a aquel primer poema,
cuando confesé tu nombre al sacerdote,
y el sacerdote me absolvió sin penitencias.
Puede que ese otro mundo sea así,
y que de tu bondad halle esta música,
donde espero no encontrarte nunca,
más allá donde comienza tu nombre,
ése que a tantas chicas atraía,
y que tú, indolencia pasajera,
desdeñaste el hervor de sus latidos,
de nuestros latidos. Nos gustabas.

dijous, de juny 09, 2005

Tenies el millor polvo...

Tenies el millor polvo de tota la ciutat,
malgrat els teus ulls no delataven nostre secret,
ulls grisos, grans com les teves mamelles,
que treballava cada dia per a que brillaren
com la rialla dels teus llavis penetrants,
oh, la dolçor del suc a la matinada,
les gusperetes quan et prenia les natjes,
i et xisclava, xuclava, pessigava,
a tots els racons des dels dits dels peus,
fins a la rialla dels teus llavis nuets,
d´ixe somriure que sols tu tenies quan
m´esperaves a la porta , sabedora
que la nostra excitació no tenia límits.
Tenies el millor polvo de tota la ciutat,
i un ulls per on feïa proves rituals,
cóm s´encenien tots dos en un sol bes,
fins als últims límits que conreava en ton cos.
I ixes cuixes, mentre prenies el sol,
eixencarrades on el sexe s´obria
com un meló que tallara tots el dies
per a gaudir de tan esplèndida vista.
Ara, encara m´empalme al descriure
la almeja que terra endins rasurava,
els mugrons rossats que en mel
assaboriem amb la llengua, panteixant.
I com colpejava les teues natjes,
la teva innocència verinosa,
massa innocent per a saber on estaven
els secrets que un dia m´oferire´s.

dimecres, de juny 08, 2005

Jara...

Jara se fue, y nos dejó su libro,
- hubo tanta bondad en su belleza-,
mientras ojeaba su retrato en la portada,
los cabellos soñolientamente blondos,
(así te recordaré el resto de mis días),
junto a la playa, donde los últimos bañistas
ofrendan al sol que cae como una pluma
ardiendo entre palabras que el mar eterniza.
Este silencio locuazmente grato,
con que convoco la paz al fin lograda,
- y digo paz, la ataraxia olímpica
de los dioses y héroes que no temen nada-,
soporta el dolor de mi cuerpo aún joven,
mas no el peso de aquel poema
escrito cuando tenía veinticuatro años.
Falta todo por escribir,
porque nada he escrito, salvo
las emociones que pasan con los días,
y que atrapo como un coleccionista de mariposas.
Ahora que el sol dora con su bronce
y el suicidio se pone como un limbo
en cuyo purgatorio ella, por siempre, habita;
regreso, como quien espera
en su enfermedad la dicha,
o la desdicha, ¿quién podrá saber
cuándo se marchitará la rosa?
A la sombra me detengo en el parque
o lo que queda del parque: un árbol,
y, como un megalómano paranoico
busco el recuerdo en su regreso,
mas ya nadie espera el juego,
y sólo la palabra , como un augurio,
trueca lo eterno en efímero.

No te preocupes...

No te preocupes, ya lo sé,
que las cosas van muy mal,
he aquí yo te digo esto:
tendrás sólo una oportunidad.
Que el destino está tranquilo,
mientras mata sin piedad,
y la vida es un fastidio
que no tiene vuelta atrás.
Los amores que dejamos
en aquella gran ciudad,
lejos huyeron en el tiempo,
gritan, grita, gritarán.
Pero tú, que no los oyes,
olvidaste su final,
tú, y tú, y tú, no tienes
ya ninguna oportunidad.

SONET

Deixam aquest aïre respirar
de l´oceà infinit del teu món,
i que siga al·lé etern per al son
de la rialla del jove canyar.
De feréstec flaire, proper la mar
al cel rogenc del ponent, tens lo tron,
on fas teus els poemes a Rimbaud,
caminant a la vora d´un riu clar.
Clar com el misteri d´aquest vers,
que manyes sa paraula en la gran taula,
ofegant-me de raïm en l´adés
d´aquella enxisadora i tan vella faula,
que aquest cor a sa llar ha encés,
perque es couga en flama nostra paraula.

LA PALABRA COMO SÍNTOMA

Las fronteras son la demencia de los líderes
con que tapiamos nuestros miedos,
con lápidas para que nadie de apodere
del cuerpo podrido, ya sin aliento.
En extensas sabanas, la inteligencia
halló refugio en nuestra fragilidad;
inconsciente, el chamán aplicaba
su delirante veneno a nuestra locura.
Huérfanos de refugios, animales de deseos,
pulimos la lasca y se reveló el puñal;
ninguna palabra puede resucitar el pasado,
ni abrir la tumba de nuestros ancestros;
mas como un bálsamo nos serena,
después del sudor que moldea
la carne, que lenta se pudre
cuando de la obra, quedan sus ruinas.

dilluns, de juny 06, 2005

La angustia de García Lorca

Eres un vellet a una illa grega,
de cabells blancs, assegut al brancal,
sense esperar l´arribada de la mort:
ja no hi recordes res.
Una bala de plata lluenteja en ton cor
com una mar en tenebra allumenada per un vaixell,
passen mariners a la vora dels teus ulls
ja cecs: no hi sents res.
Lluntana batega encara Nova York,
on ton exili una coloma gaudix
i et porta plorant el llorer:
però, tu, ja no esperes res.
Lo somni obri la granada,
i de la magrana ixqué el malson,
tu, que fores l´al·lé dels déus :
mes els déus ja no creuen en tu.

Homenatge a Nadal

Llinatge d´un sol eternal i blau,
aïllat en son paradís gloriós,
al capvespre on els raigs d´un altre sol
broncegen ses braços forts i braus.
Alçeu-se´n fins on les aus,
de verd llorer coronen el teu front
d ´heroi, perla encastada com blasó,
darrere de la lluita ve la pau.
De la terra eres l´arquitrau
que sosté el somni de tothom,
defensant els més bells i suaus colors
de ses ulls que menen les fosques naus.
Ara tu eres la rogenca clau,
quan apleguen les espurnes de l´agost,
per a tots aquells patriotes que som:
demà al matí, que els ocells canten llaus.

divendres, de juny 03, 2005

Regreso al Recuerdo

Hubo espacios que no exploramos, pero que permanecemos en ellos, eternamente.
La pandilla la formábamos Iker, que era el mayor y el que más mandaba, Maria, Roger, Tob, el pequeño y orondo Pablo, siempre quedándose a la zaga, y, aunque el recuerdo me falla, creo recordar que había un amigo invisible, que se ha disuelto en las tinieblas, junto a Buba, nuestro ordenador portátil, y mascota torpe y bonachona, que yace descuartizada en alguno de nuestros cuartos trasteros.

Jugábamos en un pequeño suburbio de una ciudad satélite. Era un barrio tranquilo, con nuestra calle favorita, donde había un kiosko, una panadería, una auto-escuela, un tanatorio, otro kiosko, una peluquería, una pequeña tienda de ultramarinos, y poco más.

En verano, nuestro campo de acción se agrandaba, cuando nuestros padres nos permitían coger las bicicletas ( después de un largo castigo, fruto de una aventura que por poco nos costara la vida).

Dado que los padres de Maria eran los más flexibles , empáticos y persuasivos, pronto aquel verano pudimos recorrer otros barrios desconocidos, traspasar la urbe, y por los caminos flanqueados por prados, penetrar por bosquecillos en busca de madrigueras, y más allá, cuando subíamos por veredas costaneras hacia los primeros picachos, desde donde ya se podía contemplar , tras localizar bellos miradores, todo el valle, y con los prismáticos, nuestro colegio, con su patio vacío; el centro comercial, donde todos los fines de semana decidíamos por intuición qué película íbamos a ver. Y hasta la casa.

Rodeada por un feraz jardín, la fronda casi no permitía divisar desde la gran puerta herrumbrosa y vallada, el desvencijado caserón, sólo habitado por una familia de fantasmas, según hicimos creer a Pablo, un doctor acusado de asesinato y de experimentos ilegales, su mujer , que no se enteraba de la película, y el hijo.

Como cada septiembre, llegaba el curso escolar, y nos reuníamos al mediodía del comienzo, para debatir qué apodos y qué defectos tenían los nuevos profesores.Planeamos nuevos proyectos: misiones secretas, códigos indescifrables, virus informáticos (siempre aconsejados por un vecino más mayor que nosotros), aventuras que nadie sospecharía, y que no voy a desvelar.

Pero al final, siempre acabábamos en las acampadas de los Scouts, descubriendo el país, explorando el cielo en busca de OVNIS , la tierra, en busca de tesoros y gamusinos, divirtiéndonos , cada cual en su rama correspondiente.

Ahora, volviendo la mirada hacia atrás , cuando vivo en una masía apartada y lejana , me pregunto si acaso no hemos salido todavía del milagro.

No he regresado a aquella ciudad desde hace años. Pienso, tal vez equivocadamente, que volver sería un error, que es mejor dejar el recuerdo incólume, porque la memoria ha optado por lo mejor, y lo mejor es recorrer aquellas calles desde esa memoria purificada, sintiendo al rememorar nuestras aventuras, que jamás hubo sufrimiento, que todo sucedió de la manera más hermosa que nunca pude haber imaginado.

Por ello, hoy, al encontrar aquella breve narración, que un día de aquellos, dichoso e imaginativo, compuse, he pensado en vosotros, y en todas las aventuras que no olvidaremos, y en todos los rincones donde estuvimos explorando, a la búsqueda de ese espacio donde la magia aún subsiste, como el aire de esas cámaras sepulcrales egipcias, que , aunque no respirado por nuestros pulmones, es el mismo aire que envolvió nuestros sueños de grandeza.

No creix la flor...

No creix la flor
des de la Primavera,
rius de pols ofeguen
els ulls que ho han vist tot.
Menys el cos nu
d´aquell que ja no existís,
però va existir
hivernant a la meva ment.
Fins que confus i boig
em perdé per laberints,
tal era ma solitud
cridant pels carrers.
Com un bloc de gel,
teoritzant i llegint
raons que no he complit:
qui ha assassinat mon destí?
Xics que passejen pel sol,
alegrant mon esguard silent,
les ones batent eternes
al port dels pares morts.
I tú, Enric, sempre al cau,
mort com el teu temps,
del que no pots fugir,
qui va assassinar la flor?

La Casa de la Vida

Junto a la British Library, cerca de la vieja y victoriana estación de Saint Pantcras, en un pequeño hotel, una noche de hace mucho tiempo, i have a dream.

Estaba sentado en la terraza de una heladería, bajo una plazoleta recoleta, en Morella, conversando acerca del futuro con Anna Signes March.

Ya hace tiempo que he dejado el mundo de las bibliotecas, y me pregunto si habré sido un buen bibliotecario.

Mi ideal era Lynn, aquella bibliotecaria solícita, amable, que, satisfaciendo la curiosidad de dos ancianos, se subió a una silla para notificarles quién y cuándo había pintado aquel cuadro, junto a un retrato de Enrique VIII, obra de Holbein, justo en una de las paredes laterales del interior del Heritatge.

Mi primer recuerdo son miles de fichas de fallecidos en las postrimerías del siglo XIX, que debía ordenar alfabéticamente. Nunca supe la razón de aquellas muertes, cuyos esqueletos descansaban en un cementerio a la vera de una avenida interminable, por donde pasaba cada mañana cuando marchaba hacia la Biblioteca.

Mi doctor me dijo, cuando le anticipé mi deseo de escribir un poema acerca de todo aquello, que algún día comprendería que la narración es el mejor vehículo para expresar todo ese cúmulo de experiencias.

Quien ordena la Biblioteca, decide el destino de la Humanidad. Aquélla es un refugio romántico y decimonónico contra el miedo a la tormenta. A las cuatro, en invierno, por los ventanales, mientras guardaba los sobres de los socios en un humilde escritorio, y la lluvia humedecía el pequeño patio musgoso y rancio, contemplaba cómo anochecía, mientras escuchaba la melodía de un piano, y alguien me decía: por estas fechas, grato es volver a la Patria.

El recorrido por la Biblioteca es el camino por la Vida. En el Convento, aquélla olía a atmósfera densa, a incienso podrido por el paso de los siglos. Entendí entonces, mientras recorría de un lado para otro el coro, después de contemplar el misterio del cuidado claustro, que había hallado el Grial.

Toda biblioteca tiene un libro oculto y una escalera de madera que pasa desapercibida. Con esmero, aquel libro que a veces encontrara, lo acicalaba y lo resguardaba en un alto anaquel, para que un próximo bibliotecario o un ratón tenaz, se maravillasen al reencontrarlo.

La escalera es Dios. Te eleva al súmmum de los estantes, allí donde resisten, pacientes y venerables, los ancestrales incunables que esperan, si al bibliotecario ni a ti no os flojean las piernas, su revelación.

Lo más terrible que te puede pasar, es que te caiga un libro, porque cuando lo hace, tiembla el Universo. Creo que es tanto o más trágico que si una estantería cediese, pues, a lo sumo, sólo podrías encontrar tu muerte.

Ahora que la Biblioteca es Internet, y el bibliotecario se llama Google, aquella Casa de la Vida, donde se resguardaban miles de papiros y tabletas cuneiformes, pergaminos, palimpsestos y unos lienzos blancos y muy finos, llamados papel, son memoria de un pasado donde los peripatéticos ya no leen caminando, sino que navegan leyendo.

¿Recordáis? Tuve un sueño.

dijous, de juny 02, 2005

STREETS OF TITANIC

El silenci ofegava sa paor
com un reliquiari mai obert,
esperant l´arribada dels dèus
per a trucar sa gelor en carn.
De l´exili ixqué a la llum,
podrit després de segles de fam,
esperant son semblant blau
a un estiu que mai glopejaria.
El suïcidi arribà de nou,
quan un rierol d´ulls s´ha assaventaven:
aquesta és la ruïna del món
i el seu destí fràgil.
Al judici d´aquest jorn
confongueren natura i llibertat,
pels carrerons de l´oblid,
els amics ja havien mort.
El suplici implorà el retorn
envers la pàtria indolent,
com qui crida en el dessert
aquell altre dessert enyorat.
Springsteen colpejava cada vers,
Di Caprio falçament enamorat,
i, lluntana, Terranova, l´espectacle,
senyores i senyors, s´ha enfonçat.

De cómo escribir esta novela

¿Escuchas esta palabra? Al principio es como un rumor, que debes unir con otra palabra, y con ésta. ¿Observas que ya no es un rumor? Enlaza la frase original, con palabras como: montaña, nube, estrella...Te sorprenderá el filón de posibilidades que tiene la montaña, tantos, que ya puedes escuchar una sinfonía. Ahora, enlaza lo anterior con Peter Pan, y, como decía el poeta, habrá comercio. Y magia. Porque la palabra es magia, y reuniéndolas al ritmo de tu sentimiento, convocando su presencia dormida, en un lugar de la Mancha, donde mucho tiempo he estado acostándome temprano, los amigos muertos y los amores que fueron, resucitarán. Que la Fuerza te acompañe.

dimecres, de juny 01, 2005

Ladies and gentlemen

- Esa señora parece inglesa- intuyó Eddie.- Le preguntaremos a ella.

La mujer, al ver que los chicos la contemplaban, se acercó rauda a socorrerlos,
pues pensó que algo grave, de trágicas consecuencias, les podía ocurrir.

- Disculpe , mi Lady- inició el interrogatorio Herman con su perfecto inglés.

- ¡My God, my God! ¿Qué os sucede, criaturas?

- ¿Tendría la amabilidad de indicarnos por dónde se va a Folkestone?- continuó Herman.

- ¡ Pues claro que sí!- exclamó extasiada la mujer.- Precisamente mis bisabuelos eran de allí. Es una larga historia. ¿Sabéis una cosa? Esto es un secreto, pero , según me comentaban mis padres, que en Gloria estén, a sus abuelos de Kent les encantaban los gatos. Y lo más curioso: a mí también. De hecho, tengo escrito un libro de poemas. ¡Uy, - exclamó pudorosa- , esto no debería decirlo! Pero les he escrito a mis gatitos, Door y Mirror, esta mañana ( me inspiro más por la mañana), otra poesía, que con vuestro consentimiento os voy a leer. Se titula Gatito Dormilón, y dice así:
Y sacándose del enorme y floreteado bolso una hoja de papel, empezó a declamar:

“GATITO DORMILÓN

Los ojos cerraditos,
Su cuerpo descansa
Sobre frágil porcelana
Tras suave brinco.
Unas flores coloreadas
Apartadas por sus bracitos,
Perfuman el sueño del gatito
En paz por la mañana.”

Tras un largo silencio de los presentes, la mujer, con semblante satisfecho, les dijo:

- Espero que les haya gustado. Otro día les invitaré a una taza de té, y les presentaré a Door and Mirror. Por cierto- dijo ligeramente turbada-. Mi nombre es Mary, viuda de Percival Bisshe Shelley. Ha sido un placer por mi parte. ¡Adiós!

Pueden ver mi rostro

Pueden ver mi rostro:
mi rostro es horrible.
A imagen y semejanza.
Una noche de tormenta,
tras la lobotomía profiláctica,
me sobresaltó un berrido:
cogito, ergo sum.
He leído a Virgilio, a Plutarco.
Soy religioso, sensu stricto.
Joder, qué putada mi rostro;
a imagen y semejanza.
Y creo en la Resurrección de los criogenizados.
Quiero escribir una blog en Internet,
un ensayo sobre la canción
Se A Vida E, de Pet Shop Boys,
y acabar de componer este poema
del que jamás me emocionaré.